La Biblia nos enseña que, el que se humilla Dios lo exalta.
Lucas 14:11.
Pero, este acto debe de ser voluntario y debe de ser delante
de Dios y no del hombre.
Mateo 4: 1-11
La Biblia nos relata el momento que Jesús es tentado y lo primero que hay que recalcar, es que fue tentado en el momento que tuvo necesidad, porque tuvo hambre (Mateo 4:2).
Por lo que el enemigo siempre nos tentará cuando tenemos necesidad y, esta necesidad se puede traducir también como afligido; en la aflicción el enemigo se puede aprovechar y querer sacar ventaja, como lo relata la Biblia en Isaías 51:21, está escrito que Israel estaba embriagada pero no de vino, si no de aflicciones. Más adelante en Isaías 51:23 nos deja ver que esas aflicciones la llevaron a humillarse delante de sus enemigos poniéndose como piso para que pasaran sobre ella, haciendo así que la humillaran.
Volviendo a Jesús, vemos que el enemigo le dijo que se humillara pues le pidió que postrado lo adorara (Mateo 4:9) es decir que se tirara al suelo y que se humillara delante de él, pero Jesús le contesta que solo delante Dios se humillará. Mateo 4:10
Esto nos deja una gran lección, que debemos humillarnos delante de Dios antes que del hombre, pues quien delante de Dios se humilla será exaltado (Lucas 14:11) pero quien se humilla delante del hombre antes que de Dios, será pisoteado (Isaías 51:23).
